La Federación Europea del Foie Gras – Euro Foie Gras – denuncia el rechazo por parte del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de la petición que le preguntaba si la ley federal de inspección de los productos avícolas tiene prioridad sobre la ley de California que prohíbe los productos producidos cebando a los animales. Esta petición surge tras la validación en segunda instancia en 2017 de una ley que prohíbe la venta de productos «provenientes del cebo de un ave para engordar su hígado».
Contrariamente a lo que dicen los críticos del foie gras, el rechazo de la Corte Suprema no significa que ésta haya arbitrado a favor de prohibir el foie gras en California. Esta decisión únicamente indica que la Corte Suprema no quiso examinar el caso, como ocurre con frecuencia. De 8.000 peticiones recibidas cada año, solo el 1% son examinadas. ¡No se trata para nada de una decisión sobre el fondo!
La negativa del Tribunal Supremo tampoco supone el final del foie gras en California. De hecho, el recurso de inconstitucionalidad de la ley de California vuelve ahora al Tribunal del Distrito Federal, que en 2015 arbitró a favor de los defensores del foie gras (la Asociación de criadores de patos y gansos de Quebec (AECOQ), el Hudson Valley Foie Gras (el mayor distribuidor de foie gras en los Estados Unidos) y un restaurador californiano).
Para Christophe Barrailh, Presidente de Euro Foie Gras «es inaceptable que la comercialización de un producto de alta gastronomía esté prohibida en base a afirmaciones falsas. La desinformación y la demagogia no deben regir y debe respetarse la libertad de los consumidores de elegir comprar un producto.»
El foie gras proviene de un oficio tradicional respetuoso del bienestar de los animales, que viven el 90% de su vida al aire libre antes de la fase de engorde que dura entre 10 y 14 días, con dos comidas al día. La fase de cebo solo es posible porque las palmípedas tienen la capacidad de almacenar grasas para poder realizar largos viajes migratorios. La comida se administra solo tras haber verificado que el animal haya digerido correctamente su comida anterior. La compatibilidad de esta fase con el bienestar de estos animales está demostrada por una serie de estudios independientes1, constantemente ignorados por aquellos que se dedican a desinformar al público llevándolos a una percepción antropomórfica del animal. Sin embargo, el hecho de que los animales sean sensibles no los hace menos diferentes del ser humano.
En Europa como del otro lado del océano Atlántico, la Federación Europea del Foie Gras defiende el derecho de los consumidores a disfrutar de un producto gastronómico y espera que el Tribunal del Distrito Federal juzgue a su favor.